Memorias de una gallina

Memorias de una gallina

domingo, 20 de diciembre de 2020

Te regalo un cuento

 

Quisiera regalarte una canción, un libro o una sonrisa, pero hoy he decidido regalarte un cuento. Sé que estás pasando por momentos difíciles y deseaba que te pudieras sentir un poco mejor.

Sé también que hubieras preferido un videojuego, tu canción favorita o que te hable de fútbol. Pero he decidido regalarte un cuento.

Te regalo un cuento porque me trae muchos recuerdos felices y llenos de mucha emoción de mi infancia. Quiero compartir contigo mis sentimientos al leer “El vuelo de los cóndores” y lo mucho que lloré al leer “El caballero Carmelo” de Valdelomar, de cómo los cuentos llenaron mi vida de aventuras, sueños y animaron mi imaginación.

Te regalo un cuento para que recuerdes las veces que en clase te conté un cuento y mi voz te lleno de sorpresa y alegría, al convertirme en un personaje y te saque una sonrisa.

Te regalo mis palabras, mis pensamientos y un poquito de cómo soy, aunque quizás has aprendido a través de mi voz y tonos que me gusta cantar, declamar, jugar con las palabras y hacerlas poesía.

Te regalo mis lecturas, mis escritores favoritos que me hicieron compañía en momentos de soledad y tristeza. Te cuento que fueron cómplices de mis sueños.

Te regalo un cuento porque formas parte de mi vida y deseo darte un poco de mi tiempo, aunque sea un momento para decirte sigue adelante, no te rindas, tú puedes y lo grabes en tu mente y corazón.

Quiero que sepas que eres muy importante para mí, aunque a veces creas que estoy apurada y cansada, pienso en cómo puedo ayudarte.

Te regalo un cuento para darte una excusa para que me escribas por WhatsApp y seas libre de comentarlo, compartirlo, me escribas para dialogar y quizás me regales un emoticón.

Te regalo un cuento para que dibujes tus mundos, historias y que no te importe lo que te digan los demás, si tú eres feliz.

¿Recuerdas que leímos el Principito? y sabes que lo esencial es invisible a los ojos.

Te regalo mi sentir y que sepas que estoy aquí para apoyarte, para ser la niña tímida que tenía miedo de interactuar, pero cuando debía declamar se transformaba y parecía un personaje de dibujos animados valiente y poderosa como una amazona.

Para contarte que amo enseñar, adoro la literatura y como dice la canción te ofrezco alma, corazón y vida. Dile a todos que la literatura cambio mi vida. Que mi primer poema lo escribí en secundaria para un chico que me gustó y aunque nunca se lo di, se quedó grabado en mí.

Para decirte aquí estoy, me duele que estés triste o enfermo y aunque no puedo estar físicamente junto a ti, estás presente en mi mente.

Te regalo este cuento para que le des vuelta, explores y quizás me regales tu propia versión.

Te regalo ESTE cuento.

(Esta  versión de "Te regalo un cuento" nace de la versión de Jorge Gonzalvo que inspiro en los talleristas historias que parten de la emoción y recuerdos y que también editó)


).

 

domingo, 15 de noviembre de 2020

El día más triste de un país

                                                                                                                 María Fajardo Torres

Hoy es el día más triste, hoy un país llora la muerte de dos de sus hijos. Una décima se abre paso:

Buscarán callar las voces

y los jóvenes hermanos

entonando con las manos

perdigones, gas y roces

le contestan como coces

Sin Pintado, sin Sotelo

madres y país sin consuelo

hasta cuando tanta traba

esta lucha no acaba

el Perú está de duelo.

En el silencio de la noche, fluyen de las casas el dolor de las cacerolas, lágrimas en el corazón y tristeza en nuestras mentes.

 Jack e Inti su legado al Perú queda grabado en la historia y la lucha continua buscando paz y justicia con letras, bicicletas y sones.

martes, 10 de noviembre de 2020

Historia de una décima

 En un país de incertidumbres y diversidad, se dio paso a una protesta en las calles. Nadie pensaba que un grupo de jóvenes escribiría en acciones la frase de Manuel Gonzales Prada: "Jóvenes a la obra, viejos a la tumba". El pueblo indignado protestaba desde sus casas haciendo sonar las cacerolas en son de protesta.

La voz de una profesora también se hizo escuchar a través de una décima e inspirado en el amor fino que había empezado a escuchar. Y entonces escribió:

Hoy mi voz no quiere callar 

ya las calles hablan fuerte

no les temen a la muerte

cacerolas voy escuchar

Los jóvenes van expresar

con fanfarria y mil gritos

Basta de robos y ritos

todos contra la vacancia

Perú no quiebres constancia

¡Largo ladrones, sin mitos!

De repente, vio en su celular  un video de las protestas, el ánimo de la gente y empezaron a surgir muchas preguntas e inquietudes: ¿Cuál es la importancia de educar el pensamiento crítico y razonamiento? ¿Qué oportunidades de aprendizaje nos brinda la vacancia de un presidente? ¿Cómo podemos incentivar el pensamiento crítico y el razonamiento en  nuestros estudaintes y la comunidad?

Y cuando iba continuar escribiendo nuevos versos, intentó explorar las noticias de las redes sociales tomando distancia, pero dolía tanto que se puso a cantar un amor fino sin oponente.


sábado, 31 de octubre de 2020

Monólogo de una profesora en pandemia

Prefiero tu voz y tus risas, que tus audios por WhatsApp.

Prefiero tus preguntas, tus besos y abrazos, a tus emoticones.

Prefiero tus travesuras y tus gritos, a tu silencio en clase a distancia.

Prefiero las clases presenciales, a las clases remotas.

Prefiero hablarte cara a cara, que sólo enviarte mensajes.



viernes, 17 de julio de 2020

Petiso

Una tarde como cualquiera, "Petiso", que así le decían a un niño que vivía en la calle, retornaba al lugar donde vivía junto a los demás chicos. Ya llegado al lugar se pusieron a jugar, cantar y comer con lo que había ganado en todo el día.

Al día siguiente, los muchachos se pusieron a hacer lo que siempre hacían: trabajar o ayudar en algo para que pudieran comer.
Ese día Petiso se fue solo a otro sitio.
 Y sus amigos quedaron preocupados por él, pero pensaron"volverá como siempre".
Mientras tanto a Petiso le iba bien, ya que había ayudado a un panadero quien le dio de comer y le regaló ropa.

Llegó el atardecer, Petiso se tenía que ir, el panadero le preguntó si tenía familia, él respondió mintiendo que sí.
Al salir de la panadería, Petiso le pidió al panadero que le regalé pan y este aceptó.

En el trayecto empezó a llover y Petiso no sabía en donde refugiarse hasta que vio una caja de luz a pocos metros, corrió y se metió allí.
La lluvia era tan fuerte y ya había anochecido Petiso decidió quedarse y pasar la noche, pero ya a la media noche, se escucharon gritos y un silencio total.

A la mañana siguiente, un señor que arreglaba las cajas de luz, lo encontró, llamó a la policía y ambulancia, pero era demasiado tarde.

Dos semanas después, sus amigos se enteraron de su muerte.

Cuando estos chicos crecieron decidieron crear un albergue para niños de la calle y le pusieron el nombre de Petiso.


(Cuento creado por el estudiante Araujo después de leer una noticia que le impactó sobre el personaje de su historia).

Mi mayor reto

jueves, 4 de junio de 2020

Nadie me quiere creer

He escuchado sus pasos y sus gritos, pero nadie me cree. Sólo sé que ya no puedo dormir en las noches. 
 Todo empezó cuando estaba medio dormida y escuché que la vecina se mató. Lo que me da rabia es cuando escuche al señor que vive al lado de nuestra casa decir que ella va a sufrir por haberse matado y se va directo al infierno. Es injusto.
Desde ese momento ya no soy la misma de antes. He dejado de reír y sufro de insomnio. El amanecer era sinónimo de cansancio, ojos adormecidos y mucho sueño. Mi mamá me regañaba porque no dejaba de pestañear y caer dormida en pleno desayuno. Imagínense si hubiese sido época de cole, sería una tortura estar despierta. Sé que no era tan alegre ni divertida como otros niños, pero tenía muchos sueños en mi mente. 

Quisiera no quedarme sola en mi habitación, pero soy enfermiza. Me duele la cabeza y mis ojos me arden de tanto llorar en la noche, porque de día disimulo para que no piense que estoy nuevamente mal.

Escuchó un débil quejido, que me hizo temblar de pies a cabeza, me cubrí con la colcha y si no grite es porque no quería asustar a mamá. Como no tenía de otra, me puse a matar el tiempo y escribí una canción:

Tu llanto me pone triste
estoy contigo
también tengo miedo 
no importa si nadie me quiere creer
la vida es un juego de risas y llanto


¿Por qué no me creen?

Esa mocosa quiere llamar tu atención le dijo Nuria, la amiga de mamá. Por eso no la quiero ni ver ni en pintura. Siempre viene a chismosear y a contarle su vida a mamá.

Hoy he despertado bañada en sudor y digo cosas raras. Si me vieran parezco un zombie.

Mi mamá de verdad esta muy asustada. Llora inconsolable. Y es que no sé cuantos días estoy con fiebre. Hasta papá ha venido a verme y yo solo balbuceaba tonterías. Pobre papá ha dejado de trabajar en la oficina que tanto le gusta por mí.Ni eso hacía cuando eramos una familia. 

Todo es extraño mamá, ¿qué te pasa? ¿por qué ya nada es igual?

Ayer mi casa ha sido invadida por mucha gente, parecen hormigas. Oigo llantos y dolor. Es una pesadilla y no puedo despertar. Ya ni los lamentos de la vecina me molestan.

viernes, 8 de mayo de 2020

Carta de Mou

Querida Mery: Soy el mounstro con el que jugabas de niña y del que siempre salías airosa. Te acuerdas que te aferrabas al muro para evitar caer en mis garras y que tu imaginación era tan desbordante que nuestras luchas eran interminables, pero tenías tanta energía que no te cansabas de trepar, correr y ser feliz.

Admiraba esa vitalidad que me hacía empequeñecer ante ti, me gustaba tu perseverancia para combatir el aburrimiento.

¡Qué divertida eras!

Han pasado muchos años y te veo muy cansada y triste, por eso te quiero recordar que cuando te sentías mal, recurrías a una pasión que hoy has olvidado por completo: dibujar tus muñecas recortables. Cuando no había dinero para comprarlas, tú solucionabas el problema dibujando y creando historias, viviendo, soñando e imaginando.

¿Cómo es posible que me hayas olvidado? Eres una ingrata. Nuestras grandes aventuras no pueden quedar en el pasado y no es tu culpa porque yo también me resigné y me duele.

Por eso no quiero despedirme sin decirte que te extraño amiga de la imaginación y te aconsejo que no te rindas, persigue tus sueños; crea, imagina, siente y vive como cuando eras niña.


Con afecto,
                     Mou

domingo, 12 de abril de 2020

Historia colectiva

Cierto día de verano, un cazador y su perro iban tras su presa, un tierno y blanco conejito que al verse en peligro se escondió detrás de un gran árbol.

Allí estaba un ratoncito comiendo una semillita junto a una tortuga, Al escuchar un disparo, el conejo se tiró al río, el ratón se escondió bajo las hojas y la tortuga junto a unas piedras.

Al llegar a la orilla, el conejito se asustó al ver a un sapo que lo miraba fijamente y cuando estaba apunto de desmayarse, miró al cielo, vio una estrella que iluminó el camino a casa y sintió esperanza.*




(Historia colectiva realizada en el taller de teatro de Jorge Flores J. por Antón, Fernando, Magema, María, Vicky, Roxana y Romelia).

*Se dio algunos cambios y ajustes al final de la historia (María Fajardo).

lunes, 30 de marzo de 2020

Gapiente

Había una vez un gato que vivía con su dueño en una ciudad, aunque mayormente viajaban por todo el mundo.

Un día cuando estaban por el bosque, se encontraron con una extraña serpiente; el  gato por defender a su dueño se peleó con el reptil. Mientras el dueño gritaba; de pronto, apareció un mago que usaba magia negra al ver pelear a los animales, les lanzó un hechizo. Entonces sucedió algo sorprendente: el gato y la serpiente eran uno solo. Por la mente del dueño se le cruzó un nombre: Gapiente.

Por un momento se le ocurrió reclamar al mago para que los separará; pero, luego, el mago dijo: "Los animales no deben odiarse, sino amarse.

Finalmente, el mago al ver a los animales tranquilos y arrepentidos los separó.





(Historia escrita por Antonella y corregida para su publicación)

Las emociones de un año que se va