El gato negro se desliza misterioso por la sala. Luego, como espía experto, elige el esquinero para observarlo todo. De allí lanza una mirada escudriñadora al ruido inesperado.
Se abre la puerta. Esta listo. Salta y cae a los pies de su amo. Ahora ensaya un nuevo personaje: un manso y cariñoso corderito.
Para ti que te gustan las historias, quieres compartir la experiencia de ingresar a un mundo mágico donde puedes ser también el protagonista, entonces puedes contar conmigo.
Memorias de una gallina

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Escribir es una de mis pasiones. Nací en Pueblo Libre, es un lugar rodeado de parques y de mucha historia, por la pandemia no podíamos sal...