Prefiero tu voz y tus risas, que tus audios por WhatsApp.
Prefiero tus preguntas, tus besos y abrazos, a tus emoticones.
Prefiero tus travesuras y tus gritos, a tu silencio en clase a distancia.
Prefiero las clases presenciales, a las clases remotas.
Prefiero hablarte cara a cara, que sólo enviarte mensajes.