Memorias de una gallina

Memorias de una gallina

viernes, 17 de julio de 2020

Petiso

Una tarde como cualquiera, "Petiso", que así le decían a un niño que vivía en la calle, retornaba al lugar donde vivía junto a los demás chicos. Ya llegado al lugar se pusieron a jugar, cantar y comer con lo que había ganado en todo el día.

Al día siguiente, los muchachos se pusieron a hacer lo que siempre hacían: trabajar o ayudar en algo para que pudieran comer.
Ese día Petiso se fue solo a otro sitio.
 Y sus amigos quedaron preocupados por él, pero pensaron"volverá como siempre".
Mientras tanto a Petiso le iba bien, ya que había ayudado a un panadero quien le dio de comer y le regaló ropa.

Llegó el atardecer, Petiso se tenía que ir, el panadero le preguntó si tenía familia, él respondió mintiendo que sí.
Al salir de la panadería, Petiso le pidió al panadero que le regalé pan y este aceptó.

En el trayecto empezó a llover y Petiso no sabía en donde refugiarse hasta que vio una caja de luz a pocos metros, corrió y se metió allí.
La lluvia era tan fuerte y ya había anochecido Petiso decidió quedarse y pasar la noche, pero ya a la media noche, se escucharon gritos y un silencio total.

A la mañana siguiente, un señor que arreglaba las cajas de luz, lo encontró, llamó a la policía y ambulancia, pero era demasiado tarde.

Dos semanas después, sus amigos se enteraron de su muerte.

Cuando estos chicos crecieron decidieron crear un albergue para niños de la calle y le pusieron el nombre de Petiso.


(Cuento creado por el estudiante Araujo después de leer una noticia que le impactó sobre el personaje de su historia).

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