Memorias de una gallina

Memorias de una gallina

miércoles, 3 de febrero de 2010




EL PUENTE DEL DIABLO

Había una vez una anciana muy humilde, trabajadora, buena amiga, solidaria e inocente. Todos los días iba a traer agua con su mascota Michifuz pasando un largo puente de madera.

Pero un día el cielo amaneció de un gris extraño, las nubes se chocaban, los relámpagos encendían el cielo y aparecían el crack, los boom de los truenos, el agua crecía, crecía tanto que río y puente, puente y río empezaron una lucha salvaje y sin igual. Se sintió un gran ruido: el río se había llevado el puente.

Desde ese día la anciana tuvo que subir y bajar cerros con su gato. Un día estaba tan cansada y expresó a viva voz:

-¿Quién podrá construir un puente para este pobre anciana?
-Yo señora -dijo un hombre con cara horrorosa y cachos.
-Tú hijito, pero ¿qué debo hacer?
-Confiar en mí. ¿Aceptas?
-Acepto, acepto buen hombre.
-Es un trato -estrechó su mano.

El hombre empezó a construir el puente entonando esta canción:

Que pase la vieja
Yo ya la veo pasar
Si pasa primero
Me llevo su alma
Y me rió ja, ja, ja

-¿Qué dices? – preguntó la anciana que descansaba cerca.
-Nada. Lo que pasa es que ya está listo el puente. Pasa, pasa.

Entonces la anciana cogió a su gato y le dijo entre risas; inaugura el puente Michifuz. En ese momento se escuchó decir al hombre: no, el alma del gato nooo.

Así fue como el diablo se llevo el alma del gato.

Dice la gente que desde ese día se acuñó el refrán: Más sabe diablo por viejo que por diablo.



Esta historia fue recopilada por mi alumna Melissa Huamán Saavedra y ha sufrido cambios para ser narrada oralmente con la ayuda de Miguel “Yana” Figueroa y otras transformaciones que se me ocurrieron en este proceso.



En la foto con Melissa quien obtuvo el primer puesto en la categoría cuento recopilado en el IIConcurso de Cuento Montserratino 2009.



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